
Desde la ventana de su cuarto se ve el río y un puente romano. Siempre hay alguien pasando por ahí, solos o con un perro, pues aprovechan que hay espacio para que los animales puedan jugar y correr sin molestar a nadie.
Al otro lado del río está la parte antigua y buena de su pueblo. No eligió su piso por las cualidades de este, sino porque era el que mejores vistas tenía desde la ventana de su cuarto.
El cielo hoy es gris y está cuarteado por nubes blancas. Quizás llueva. Sandra mira, observa y busca los detalles que diferencian el día de hoy con el de ayer. Abre la ventana y deja que entre el aire de la primera mañana de otoño.